En octubre del año pasado, viví una experiencia escalofriante en mi pueblo. Cada año, celebramos una fiesta de disfraces donde todos bailan y se divierten. Esa noche, asistí con una amiga, después de obtener el permiso de su madre, y prometerle que la llevaría de regreso a casa al finalizar la fiesta.
La fiesta no estaba lejos de mi casa, y mi amiga vivía cerca también. Alrededor de las 4 a.m., la fiesta llegó a su fin, y acompañé a mi amiga hasta su casa. Una vez que entró, emprendí el camino de regreso a la mía.
A unos 200 metros de mi casa, hay una gran residencia rodeada de altas palmeras. Mientras caminaba por la acera, escuché un ruido extraño proveniente de una de las palmeras, como si algo estuviera trepando. Inicialmente, pensé que podría ser una zarigüeya, ya que son comunes en la zona.
Me detuve y miré hacia arriba, tratando de identificar al animal. Sin embargo, lo que vi, me dejó paralizado de terror. En la cima de la palmera, había una figura vestida de blanco, con el rostro oculto tras su cabello, parecida a la niña del aro.
Mi piel se erizó, y un escalofrío recorrió mi cuerpo. Pensé... "¡Esto no puede ser real!". Aceleré el paso hacia mi casa, pero al mirar de nuevo después de unos 50 metros, la figura había desaparecido.
Al día siguiente, volví al lugar para ver si había algún adorno de Halloween, pero no encontré nada. La duda sobre lo que vi aquella noche, aún me persigue.
¡Fin!
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