En un pequeño pueblo de México, la familia García vivía en una casa antigua que había pertenecido a sus ancestros durante generaciones. Desde que se mudaron allí, comenzaron a experimentar sucesos extraños: puertas que se abrían y cerraban solas, ruidos inexplicables durante la noche y sombras que parecían moverse por las paredes.
La hija mayor, María, de dieciséis años, era la más afectada. Comenzó a tener pesadillas recurrentes sobre una figura oscura que intentaba atraparla. En varias ocasiones, despertó con arañazos inexplicables en su piel.
Preocupados por lo que estaba sucediendo, los García consultaron a un sacerdote local, quien les sugirió que la casa podría estar habitada por una entidad demoníaca. Decidieron llevar a cabo un exorcismo en la casa, con la ayuda del sacerdote y algunos familiares cercanos.
Durante el exorcismo, se escucharon voces guturales y se sintió una presencia maligna en la casa. Al finalizar el ritual, los fenómenos paranormales cesaron y la familia pudo volver a vivir en paz. Sin embargo, aún hoy en día, algunos vecinos aseguran escuchar susurros y ver sombras en la casa de los García.
¡Fin!
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