Iniciar Sesion
Crear Cuenta

Cómo Atrapar a un Duende

Escuchar audio relato

Cuando tenia 10 años, mi abuelo, que en paz descanse, me hizo una pregunta:

—¿Te gustaría saber cómo se captura a un duende?

—¡Claro que sí! —le respondí emocionado.

Él me explicó que debía dirigirme al monte a medianoche, y llevar conmigo cuatro objetos nuevos, sin estrenar. Una cobija, una baraja de cartas, un galón de vino y unos vasos. Después, me relató la historia de un hombre, que según él, había logrado capturar a un duende.

Este hombre, era un humilde leñador que vivía junto a su familia, en un pequeño rancho en Nayarit. Además de cortar leña para venderla en el pueblo, también se dedicaba a fabricar carbón en el monte. En una ocasión, decidió colaborar con tres amigos para realizar esta tarea, ya que hacer carbón requería al menos, tres días de vigilancia constante, para evitar que el fuego se descontrolara y redujera todo a cenizas.

Como eran cuatro personas, se turnaban en parejas para cuidar el carbón. Durante la segunda noche, al leñador y a uno de sus compañeros, les tocaba hacer la guardia. Poco después de la medianoche, el leñador decidió extender una cobija para descansar un rato. Sobre ella colocó una baraja, un galón de vino, ya que disfrutaba beber, y unos vasos.

En ese momento, su compañero lo llamó para que lo ayudara con el horno, donde procesaban el carbón, por lo que dejó sus cosas y fue a asistirlo. Al regresar, quedó estupefacto. Tres pequeños hombrecillos, estaban dormidos sobre su cobija, completamente ebrios tras beberse su vino. Además, las cartas estaban esparcidas por el suelo.

Tomando coraje, el leñador se aproximó con cuidado, y atrapó a uno de los duendes utilizando su morral. Los otros dos huyeron rápidamente, dejando atrás a su compañero capturado.

Cuando amaneció, el leñador emprendió el regreso a casa, con el duende atrapado en el morral. Durante el trayecto, la criatura le habló con una voz aguda:

—Déjame libre, y a cambio te concederé un deseo. Pide lo que quieras.

El leñador no lo dudó y pidió riqueza, negocios prósperos y la posibilidad de ayudar a su familia. El duende accedió, pero le impuso una condición:

—Cada vez que comas, deberás lanzar el primer bocado hacia atrás sin mirar. Si llegas a fallar y te comes el primer bocado, tu alma será mía.

El pacto duraría cinco años. Al cumplirse el plazo, el duende desapareció, ya que el leñador había cumplido fielmente con su palabra.

Con el tiempo, el leñador vivió una vida larga y tranquila. Murió siendo anciano, dejando un legado de prosperidad a sus siete hijos, quienes hoy en día, son profesionales y dueños de negocios prósperos, en un pequeño pueblo de Nayarit. Aunque nunca conocí al leñador, sí pude conocer a sus hijos, quienes afirman con total seguridad, que esta historia es completamente verdadera.

¡Fin!

¿Te gustó este relato? ¡Vota por él y ayúdalo a convertirse en la historia de terror más votada del sitio!.

324
8
Guardar
Agregar a lista