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Los Duendes Traviesos de la Cocina

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Personalmente, nunca he sabido diferenciar, entre duendes buenos o traviesos, pero en mi hogar, mis hijos siempre bromean diciendo, que tenemos algunos duendecillos juguetones.

Todo comenzó hace ya varios años. Un día, mientras nos preparábamos para desayunar, fuimos a buscar los tenedores, pero no había ni uno solo. Fue muy extraño, porque siempre solemos dejar los cubiertos limpios, y bien ordenados después de cenar, y yo estaba completamente segura, de que los habíamos colocado en su lugar. Mis hijos comenzaron a buscar por toda la casa, ¡hasta dentro del refrigerador!, porque dicen que a veces me distraigo, pero no había rastro de ellos.

—Seguro aparecerán pronto —les dije riendo.

A la mañana siguiente, ¡ahí estaban de nuevo! Colocados perfectamente en su lugar. Y desde ese momento, de vez en cuando, se desvanecen todas las cucharas o los tenedores, pero solo por un día, y al siguiente, como si nada, vuelven a su sitio. De ahí vienen las bromas sobre los duendes en casa, aunque nosotros, los adultos, nunca los hemos visto. Incluso mis hijos, solían culparse entre ellos, pensando que alguien estaba haciendo bromas.

Ahora, con el paso del tiempo, y con mis hijos ya casados y viviendo fuera, esto sigue sucediendo. Llegué a pensar que quizás mi esposo era el bromista, pero tampoco era él, ya que tuvo que ausentarse varios días por unos cursos. Me quedé sola en casa, y aun así volvió a ocurrir.

¡Fin!

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