Siempre he sido una persona escéptica. No creo en fantasmas ni en cosas paranormales. O al menos eso creía.
Hace un mes, me mudé a un departamento antiguo en el centro de la ciudad. Era barato, tenía buena ubicación, y aunque estaba algo descuidado, me pareció perfecto. La primera semana todo estuvo bien, pero luego empezaron a pasar cosas extrañas.
Cada noche, justo a las 2:47 de la madrugada, escuchaba un sonido como si alguien arrastrara los pies por el pasillo. Al principio pensé que era mi vecino, pero el sonido provenía de dentro de mi apartamento.
Una noche, cansado de las ilusiones que mi mente creaba, decidí comprobarlo. Me quedé despierto hasta tarde, viendo videos con los audífonos puestos. De repente, mi cuerpo se paralizó. A través de los auriculares, en el silencio de la madrugada, escuché una respiración justo detrás de mí.
Me giré bruscamente, pero no había nadie. El aire estaba más frío, como si algo invisible estuviera allí, mirándome.
Intenté ignorarlo, así que me acosté de espaldas y cerré los ojos. No pasaron ni cinco minutos, cuando sentí un peso sobre mi pecho.
No podía moverme, tampoco respirar. Abrí los ojos con esfuerzo, y allí en la oscuridad, vi una silueta sobre mí. No tenía rostro, solo era una sombra oscura, con los ojos hundidos, y una boca abierta en un grito silencioso.
No sé cómo, pero logré gritar y moverme. De pronto, la sombra desapareció en un segundo. Desde entonces, no duermo con la luz apagada.
Lo peor es que algunas noches, aún escucho los pasos, y sé que no estoy solo.
¡Fin!
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