Hola, soy Sara, y vengo a aconsejarles que no se duerman en la posición en que acomodan los cuerpos de las personas fallecidas.
Esto me pasó una tarde. Como de costumbre, llegué del colegio y me acosté a dormir un par de horas. En ese momento decidí dormir boca arriba, con las manos cruzadas sobre el pecho. Pensé que eso era inofensivo, pero no era así.
Cuando finalmente me quedé dormida, perdí la noción del tiempo. No sé cuánto tiempo pasó, pero de pronto, abrí los ojos y vi toda mi habitación, pero había algo raro... no podía moverme. Sentía que mi boca estaba abierta, y mi cuello torcido. Intenté moverme, pero era imposible. De pronto, un niño se me acercó y me dijo:
—Ayúdame!... él me ahogó, ayúdame!
Me asusté muchísimo. Intenté hablarle, pero no podía. Solo podía pensar las palabras que deseaba pronunciar, y de alguna manera él parecía entenderme. No sé cuánto tiempo estuve "hablando" con él. Solo recuerdo sus lágrimas cayendo por su mejilla... lágrimas que después sentí caer por las mías.
Seguía inmóvil, boca arriba, con el corazón latiéndome muy rápido. Pensé en mi hermano y quise levantarme, pero no podía. Empecé a rezar con todas mis fuerzas hasta que, poco a poco, pude moverme. Sin embargo, mi cuello seguía torcido hacia arriba y no podía girar la cabeza a los lados.
Lloraba, e intentaba gritar, pero no me salía la voz. Hice tanta fuerza que terminé vomitando, y parte del vómito llegó a mi nariz. Sentí que me ardía todo. Desesperada, busqué a mi hermano, pero no lo encontraba. Me arrastraba de rodillas, aún con el cuello torcido, cuando de repente sentí una mano tibia sobre mi rostro y una voz que me decía:
—Despierta, por favor... despierta.
Intenté abrir los ojos, hasta que escuché otra vez:
—¡Despierta, qué te pasa!
Cuando por fin me incorporé, estaba empapada en sudor. Mi hermano me miró angustiado y me dijo:
—¿Qué te pasó? De pronto empezaste a sudar y tenías lágrimas corriendo por la cara.
Yo solo le respondí:
—No... nada, nada en especial.
Desde ese día, no he dejado de preguntarme quién era ese niño, y qué fue lo que realmente me pasó. Lo único que tengo claro, es que no se debe dormir en esa posición.
¡Fin!
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