Por aquellos años, mi mamá trabajaba en la Ciudad de México en un salón de belleza y viajaba cada quince días al pueblo para ayudar a mis abuelos. Cuenta que era un 10 de mayo cuando tenía que ir a dejar su regalo y tomó el último autobús, que precisamente se descompuso. Llegó con un retraso de casi 2 horas a la terminal del pueblo.
Mi mamá cuenta que, al bajar del autobús, toda la gente caminó por otros lados, pero ella se fue por el camino de la capilla llamada "Las Ánimas", que por cierto hace cruce con el cementerio. Eran pasadas las 12 de la noche y refiere que vio salir de una esquina, que delimitaba la calle donde se encuentra la capilla, a un cura con su túnica, con rumbo a este lugar. Refiere que por un momento se sintió más tranquila, ya que no había nadie más y todo estaba muy oscuro. Se fue detrás de él y de repente este desapareció y se transportó a la entrada de la capilla, para posteriormente desaparecer así de la nada.
Al notar esto, mi mamá cuenta que enseguida supo que esto no era normal, porque como referí en otro relato, en ese lugar hay 2 tumbas de 2 curas que, por alguna razón, fueron enterrados ahí y no en el cementerio. Fue en ese momento que ella caminó lo más rápido posible para llegar a su casa y poder así darle su abrazo del día de las madres a mi abuela.
¡Fin!
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