La abuela de mi esposo, fallecida a los 96 años, siempre narraba una aterradora historia sobre cómo el demonio intentó llevarse a su marido, Don Carlos. Él poseía un libro de rituales, uno de esos que prometen poder y riquezas a cambio de tu alma. Junto con una vecina, comenzaron a seguir las indicaciones del libro.
Una noche, mientras regresaban a casa a través del camino rural, que por entonces no contaba con electricidad, empezaron a escuchar el trote de varios caballos, pero al mirar atrás, no vieron a nadie. Sin embargo, el ruido se intensificaba, y el polvo comenzaba a levantarse a su alrededor. De repente, algo invisible sujetó a Don Carlos y lo empezó a arrastrar. Él gritaba y pedía que lo soltaran, mientras el sonido de cadenas resonaba en el aire.
La abuela, una mujer muy devota y religiosa, comenzó a rezar con todo su fervor. Haciendo un gran esfuerzo, logró jalarlo para liberarlo. Aunque no recuerdo todos los detalles, cuando finalmente lo soltaron, Don Carlos tenía el rostro lleno de pánico y su espalda estaba marcada con rasguños y moretones. Fue entonces cuando le confesó lo del libro.
Se dice que ese libro aún se encuentra entre las pertenencias de la señora Ángela, que en paz descanse. Cada vez que la abuela contaba esa historia, se me erizaba la piel. Vivimos en una zona rural, y aquí abundan relatos de brujas y otras criaturas.
¡Fin!
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