En una noche fría y neblinosa, cinco amigos se aventuraron en un antiguo cementerio local en busca de emoción. Llevaban consigo una tabla Ouija y una linterna, listos para contactar con el más allá. Escogieron un lugar tranquilo entre las tumbas y comenzaron la sesión.
Al principio, la tabla no parecía responder, y los amigos bromeaban entre ellos. Sin embargo, pronto el puntero comenzó a moverse lentamente, deletreando un nombre: "Elijah". El espíritu afirmaba ser un enterrador que había trabajado en el cementerio décadas atrás.
Las preguntas de los amigos se volvieron más serias, y Elijah comenzó a revelar detalles sobre muertes que habían ocurrido en el cementerio y que seguían sin resolver. Mencionó nombres y fechas, detalles que los amigos no podían haber conocido de antemano. La atmósfera se volvió más tensa a medida que la lista de muertes sin resolver crecía.
De repente, la linterna comenzó a parpadear y las sombras parecían moverse entre las lápidas. Uno de los amigos gritó al ver una figura oscura acercándose a ellos. Aterrorizados, recogieron rápidamente la tabla Ouija y corrieron hacia la salida del cementerio.
Mientras corrían, la sombra parecía seguirlos, causando que tropezaran y cayeran en la oscuridad. Lograron salir del cementerio y regresar a casa, pero el miedo persistente de esa noche los persiguió durante mucho tiempo después.
¡Fin!
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