Cuando tenía 13 a 14 años, viví algo que nunca he podido explicar. Mi hermanita solía jugar con una vecina de enfrente, y en ocasiones, la invitaba a quedarse a dormir. Esa noche, las dos estaban en casa y todo parecía transcurrir con normalidad, hasta que entraron a mi cuarto llorando. Entre sollozos, decían haber visto a una mujer de blanco en el cuarto de mi papá.
Al principio pensé que era un invento para asustarse entre ellas, pero su miedo era tan real que decidí comprobarlo. Al entrar al cuarto, vi algo que me dejó helado: una figura inmóvil, vestida de blanco, parada en medio de la habitación. Un escalofrío recorrió todo mi cuerpo, y al igual que las niñas, salí corriendo.
Con los días, traté de convencerme, de que todo fue producto de mi imaginación. Nunca volví a hablar del tema con mi hermanita. Sin embargo, hace poco, mi hermano mayor me confesó algo que me erizó la piel. Me dijo, que estando solo en casa, también vio a una mujer vestida de blanco, en el cuarto de mi papá. Su reacción fue similar: se encerró en su cuarto, aterrado.
Pero no somos los únicos. Algunos vecinos, aseguran haber visto siluetas moviéndose en las ventanas, cuando la casa está vacía. Otros nos cuentan, que antes de que nos mudáramos, ocurrió una tragedia en el lugar. Una señora y su hijo, murieron en un incendio.
Aunque intento no pensar en ello, me pregunto si esas sombras y la mujer de blanco, siguen rondando la casa esperando algo, o a alguien.
¡Fin!
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