Esta historia ocurrió, poco después de mudarnos a nuestra nueva casa. Una noche, cuando tenía unos 12 años, mis hermanos y yo, disfrutábamos de una cena al aire libre en el jardín, algo que hacíamos con frecuencia para pasar tiempo juntos.
Mi hermano mayor, decidió ir a buscar una silla a la cochera. Se levantó de la mesa y se dirigió hacia allí. De pronto, escuchamos que dio un grito. El miedo en su voz nos hizo salir corriendo hacia él.
Al llegar, encontramos a mi hermano en el suelo, llorando. Nos contó que una mujer, había intentado agarrarlo. Cuando le preguntamos cómo era, nos describió a una mujer de mediana edad, vestida de forma extraña. Su ropa parecía de otra época, pero bastante sucia y desgarrada.
La mujer lo miró fijamente a los ojos, y corrió hacia él, sujetándolo del brazo. Sin embargo, cuando mi hermano gritó, la mujer lo soltó, y desapareció dentro de la casa.
Corrimos a contarle a nuestra madre lo sucedido. Desde ese día, evitamos comer cerca de la cochera, y siempre íbamos acompañados, cuando teníamos que entrar allí.
¡Fin!
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