En los años 90, en Estados Unidos, una mujer llamada Sarah comenzó a experimentar viajes astrales de manera espontánea. Durante estos viajes, Sarah describía cómo su espíritu se separaba de su cuerpo y se elevaba por encima de su hogar, permitiéndole explorar su vecindario y más allá.
En una ocasión, Sarah describió cómo viajó a una ciudad que nunca había visitado antes y pudo describir con precisión la disposición de las calles y los edificios. Más tarde, al investigar, descubrió que la ciudad que había visto en su viaje astral era real y se correspondía exactamente con lo que había descrito.
Estos viajes astrales llevaron a Sarah a cuestionar la naturaleza de la realidad y a explorar conceptos como la existencia de dimensiones paralelas y la conexión entre el cuerpo y el espíritu. A través de sus experiencias, Sarah ganó una comprensión más profunda de sí misma y del mundo que la rodeaba.
¡Fin!
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