Un hombre con lentes tocó la puerta de una casa. Al abrir, entró y observó la cocina, que solo tenía harina, sin frutas, carne ni leche. "Aquí está ella", dijo una mujer, llevando a una niñita de 6 años hacia él. "¿Cuál es su nombre?", preguntó el hombre. La mujer respondió: "¡Emanuelle!" El hombre sonrió. "Qué nombre tan hermoso. Emanuelle es el femenino de Emanuel, que significa el elogio".
"¿Qué harás con ella?" preguntó el hombre. La mujer respondió fríamente: "La vamos a matar y torturar, por nuestro puro placer". "bien, te compraré a mi hija", dijo el hombre, colocando varios billetes en el bolsillo de la mujer. "Ella será mi esposa, cuidaré bien de ella", añadió.
La niña, con ojos inocentes, observaba todo sin comprender que estaba siendo vendida. La mujer ni se despidió, simplemente dio la vuelta y dijo: "Cierra la puerta al salir". El hombre tomó la mano de la niña y se preparó para salir de la casa, pero la niña se soltó y corrió al sótano.
En el sótano, se escondió detrás de una caja de madera en la oscuridad. Vio varios espíritus de niños brillantes, uno de ellos le dijo: "Debes ir con ese hombre allá arriba y dejar a nuestra madre".
La anciana bajó las escaleras, tomó a la niña de la mano y, nerviosa, la amenazó: "Si lo haces de nuevo, te despellejaré". El hombre tiró de la niña y la llevó consigo.
Mientras tanto, la mujer estaba en la habitación cuando notó a alguien en la ventana: una silueta negra de un hombre con un revólver. Luego, recibió un disparo en el pecho y murió.
Al salir de la casa, el hombre entregó a la niña a una ambulancia que estaba allí y dijo: "Todo estará bien. Soy policía y estamos persiguiendo a criminales que venden niños. Ahora tendrás una vida real".
Detrás de él, otro hombre con un arma dijo: "Jefe, matamos a la viejita criminal".
¡Fin!
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