La historia que voy a contarles es un tanto extraña, ya que lo único que he presenciado es un lamento muy peculiar al que no encuentro una explicación lógica hasta ahora. Mi padre y yo tenemos un grupo musical con el que tocamos en todo tipo de fiestas y eventos sociales. Recuerdo que un sábado, hace unos cinco años, teníamos un evento algo lejos de mi casa y en esa ocasión mi padre no pudo asistir.
Luego de preparar todo, tomé el coche y salí rumbo al lugar donde nos tocaba tocar. Antes de eso, pasé por los demás integrantes del grupo. Llegamos al lugar, preparamos todo y por la tarde comenzamos a tocar. El evento se desarrolló de forma muy normal y terminó alrededor de las 2 de la mañana. Después de eso, comenzamos a desmontar y levantar todas nuestras cosas, y nos retiramos del lugar cerca de las 3 de la mañana.
En el camino, dejé a mis compañeros músicos en sus casas y finalmente me dirigí a la mía. Vivo al final de una privada, así que cuando llegué, di la vuelta y estaba por entrar cuando, de pronto, comencé a escuchar un sonido entre un lamento y una voz gruesa de hombre. Recuerdo que bajé el vidrio de la ventana para escuchar con más atención, pero después de hacerlo, el lamento se dejó de escuchar.
Decidí ignorar el sonido y di la vuelta. Entré a la privada y finalmente llegué a mi casa. Metí el coche en el patio y cuando estaba por abrir la puerta principal, el extraño lamento se volvió a escuchar. Era un lamento muy feo, como si un hombre estuviera sufriendo. Lo que me pareció aún más extraño es que el sonido se escuchaba más cerca. En ese momento no sentí miedo, más bien me dio mucha curiosidad, pues llegué a pensar que podría tratarse de una persona herida.
Ante eso, tomé mi celular, encendí el flash de la cámara y salí de mi casa. Empecé a caminar hacia un terreno baldío que estaba cerca. El lamento se intensificaba a medida que me acercaba. Alumbraba a todos lados, pero no veía absolutamente nada. De pronto, un frío me recorrió por todo el cuerpo y el lamento se transformó en un horrible grito, tan feo que parecía demoníaco. Creo que del miedo me quedé completamente congelada por unos segundos. Cuando reaccioné, salí corriendo directo a mi casa.
Al ir corriendo, creo que perdí las llaves de mi casa. Al darme cuenta, comencé a tocar la puerta de manera desesperada para que me abrieran, mientras el horrible grito aún se escuchaba. Mi mamá salió toda alterada y nerviosa a abrirme. Al verme entrar, me vio completamente pálida del susto y comenzó a preguntarme qué me había pasado. Le empecé a contar todo y terminó regañándome, diciendo que eso me había pasado por andar de curiosa.
Poco a poco fui calmándome. Desde que mi madre me abrió la puerta, aquel extraño grito se dejó de escuchar. Con el paso de los días, nos enteramos de que algunos vecinos también habían escuchado ese lamento la misma noche. Nueve años atrás, lo había escuchado por primera vez, pero en esa ocasión no fui tan curiosa como la última vez y no busqué qué era.
Nunca supe qué fue ese sonido, quién o qué lo estaba provocando. Algunas personas dicen que tal vez era la Llorona, pero siento que es otra cosa porque el lamento que yo escuché era de un hombre.
¡Fin!
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