Hace un par de años, conseguí un nuevo trabajo, por lo que tuve la necesidad de alquilar un cuarto, cerca de mi lugar de empleo. Encontré uno en una casona en mantenimiento, por lo que posiblemente sería el único inquilino, ya que los demás cuartos no estaban rentados, precisamente porque le estaban realizando un mantenimiento a toda la casona. El costo era bastante cómodo, motivo por el cual, sin dudarlo, lo tomé.
Una noche, llegué muy cansado del trabajo, por lo que caí rendido en un profundo sueño. Ya por la madrugada, el llanto de una persona me despertó. El llanto era como el de una mujer mayor, que lloraba con mucho sentimiento y tristeza. De inmediato me levanté, encendí la luz y salí a ver de quién se trataba, pero no encontré a nadie. Lo único que pude percibir fue silencio y oscuridad, para entonces, el llanto que me había despertado había dejado de oírse.
Volví a mi cuarto y me acosté para continuar mi descanso. Inmediatamente, empecé a oír nuevamente el llanto de esa mujer, pero esta vez podía oír que estaba más cerca. Nuevamente, salí a ver, pero todo se mantenía en silencio.
Al día siguiente, al encontrarme con el dueño de la casa, le comenté lo sucedido, él me respondió que era imposible que hubiera otra persona, porque los demás cuartos no estaban alquilados, y que yo era el único inquilino. Además, me recalcó que nadie podría haber entrado, porque nadie más que él tenía las llaves del patio. Recién entonces experimenté mucho miedo. Si no había más personas viviendo en la casona, ¿entonces qué fue eso que se puso a llorar por la madrugada?.
¡Fin!
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