Vivo en Venezuela y en 2019 experimentamos un apagón de luz que duró varios días. En ese momento, tenía una bebé de 10 meses. Como vivo en una zona relativamente segura y mi patio es amplio, decidí con mi esposo sacar la cama al fondo y dormir allí junto con mis otros dos hijos de 10 y 8 años.
Esa noche, mientras dormíamos afuera, escuché un ruido como de alguien caminando en el patio de la vecina. Ella tiene muchas matas y perros, los cuales ladraban y hacían ruidos extraños. Las pisadas eran muy fuertes y parecían subir a una de las matas. Se escuchaba claramente cómo algo o alguien subía las ramas hasta llegar a lo más alto, donde se detuvo. Sentía una presencia extraña, como si alguien nos observara, y la bebé comenzó a llorar.
No pudimos ver qué era, ya que el teléfono no tenía batería y era imposible alumbrar. Pasamos el resto de la noche sin poder dormir hasta que amaneció. Al día siguiente, decidimos dormir adentro y no sentimos nada extraño.
¡Fin!
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