En un pequeño pueblo de Alemania, la familia Müller vivía en una casa antigua que, según los lugareños, estaba embrujada. Durante semanas, la familia había experimentado extraños sucesos, como objetos que se movían solos, puertas que se abrían y cerraban sin explicación y extraños ruidos en medio de la noche.
Un día, mientras la familia estaba sentada en la sala, una silla se levantó repentinamente y se estrelló contra la pared, sin que nadie la tocara. Aterrizados, buscaron la ayuda de un sacerdote local, quien realizó un ritual de exorcismo en la casa.
Durante el exorcismo, se escucharon golpes y rasguños en las paredes, y una sensación de frío intenso invadió la habitación. Finalmente, después de varias horas, los sucesos paranormales cesaron y la casa quedó en silencio.
Aunque la familia Müller nunca pudo explicar lo que sucedió en su casa, el incidente dejó una profunda impresión en ellos y en la comunidad, que aún habla del misterioso caso de poltergeist en la casa de los Müller.
¡Fin!
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